1/06/2008

Auto-Confesión





Hoy, este día sábado me ha servido, sin darme cuenta, para verme desde otro punto de vista, quizás algo más ajeno... y me llevo una pequeña sorpresa. Me exijo respuestas... y aquí está mi confesión...
La verdad es que algo no salió como debía ser... en algún momento, mi historia cambió radicalmente, creo que encontrar ese punto en mi vida no es difícil ya que es bastante evidente el momento. Pero qué sucede a partir de ahí? La cadena de sucesos que a continuación cambiaron el curso de una vida normal ha hecho de un niño, la persona que hoy soy y declaro ser.
Pero, qué conformidad siento con esa persona que veo en el espejo?...
Me observo detenidamente, me sorprende cómo he cambiado, como la imagen de ese niño que sólo puedo recordar por fotografías, llegaron a transformarse en una persona que, como dice una canción, "maduró pronto, y se pudrió bien temprano". Pero no quiero "podrirme", me falta mucho para eso... espero.

Claramente no soy el mismo de hace seis años atrás. Aunque después de tanto tiempo, quién lo es?. Lo que rescato de esto, es que aquellas personas que conocí antes de 6 años, demostraron una tendencia marcada, por lo general, que los llevó a ser lo que hoy son. Pero yo no.

Mi vida cambió, mi pasado apenas importó, y aunque día a día trato de rescatarlo, de recordarlo; no importa, quién soy ahora es un desconocido hasta por mí. Pero no es tan desagradable. Esa persona que está en mi espejo ha logrado muchas cosas, y sigue superándose... pero para lograr aquello, ha sacrificado una de las experiencias más bonitas y atrapantes de la vida: La adolescencia. Nunca fui un adolescente. Cuando debí serlo, era demasiado "niño"...y luego pasé a ser adulto. Esa adolescencia intermedia que sirve para cometer errores, conocer gente, vivir experiencias alocadas, formidables y humillantes al mismo tiempo... nunca la viví... no sucedió.

Hoy mi vida me exige, sin darme tregua, y yo no puedo exigirle a la vida, sino a mi mismo. Eso termina en una doble exigencia...qué irónico. Las personas que me rodean son padres de familia, trabajadores que están concientes de su realidad y que se sacrifican para llevar el sustento a su hogar. Por otra parte, aquellos que conforman mi círculo más confiable, son personas que se exigen a sí mismos durante nueve meses del año, obtener una nota, para ser finalmente recompensados con "vacaciones" o el reconocimiento de sus padres…o algo por el estilo. Yo no me parezco a ellos, me asemejo más al primer grupo de personas... he aquí mi sorpresa!

Se me fue el tren?
Muchos dicen que soy "loko", que alguien como yo no se aburre... clara mentira, porque si fuera así, no estaría escribiendo estas líneas...

Cuál es mi problema?
Quiero saber qué gusto tiene la adolescencia... el pololeo, los carretes, las salidas, las vacaciones, el baile, los amigos (más importantes que la familia-pensamiento adolescente), conocer gente por todos lados, estresarse por cosas simples y banales, poder cometer errores... caer y levantarse, y por porfiado, volver a caer...(la tercera muy probable, por weón!)

Quiero que me llamen por teléfono y me digan "tenemo' carrete!!!", tener que hacerle caritas a mi vieja para que me de permiso... quiero embriagarme porque si o porque no... Tener que tomar la difícil decisión de elegir hacia donde salir esta noche.

Qué pretendo?
Autocompasión... no lo creo. Un llamado desesperado para que me inviten a salir? probablemente, aunque poco eficaz, ya que, si alguien llega a leer esto, no tendrá ni ganas de llamarme...
Creo que pretendo ser más objetivo, realista, y definirme como una persona incompleta, y que tendré que seguir viviendo así, ya que no hay lugar para la experiencia que no viví.

Conforme?
Nunca... y creo que seguiré escribiendo cosas que a nadie le importan, porque no puedo conformarme, el día que me conforme tendré que morir.

Y mañana?
Todo será igual, nada habrá de cambiar: las mismas amistades, la misma rutina, las mismas ganas de vivir, las mismas ganas de conocer esa parte de la historia que no tuve...El trabajo, los estudios (aunque ahora... ni estudio...), los aburridos fines de semana (eso podría cambiar...) y la eterna inconformidad.

Pocos días lleva este nuevo año, que empezó de una forma... bastante atípica, anormal... fome y deplorable!, pero que no lleva el mismo ritmo. A fines del 2007 me propuse desafíos a los que no puedo y no quiero renunciar.

Me propuse cosas en todos los ámbitos de mi vida:
Me desafío a ser profesional en mi trabajo, no conformarme con los sistemas que ya existen, buscar la eficiencia y la excelencia, porque no puedo vivir con la idea que no soy un real aporte. El sentimiento de "no servir más que los demás" me impulsaría a buscar otro trabajo, de hecho, así fue en mis experiencias pasadas.

Me desafío a ser un estudiante de verdad, tomar los libros, los cuadernos, buscar los conocimientos más allá de lo exigido, más de lo que necesito aprender, porque nunca se sabe tanto, como dijo Sócrates (si no me equivoco ¿?) "Sólo sé que nada sé".

Me desafío a no renunciar a mi vocación. Sobretodo, a mi vocación de servicio. De hecho, este es mi desafío más importante. Siento que nos soy quien digo ser... que no soy consecuente con lo que me he planteado. Que realmente no he dedicado esfuerzos a realizarme en el servicio. Porque mi cuerpo no es más que una herramienta para trabajar, y es el mundo el taller que hay que arreglar...(soy mecánico, tampoco voy a renunciar a ello). Día a día debo enfrentar mis temores, la vergüenza, el pudor a atreverme a regalar algo de mí. "Para ustedes estoy".

Me desafío ser amigo de mis amigos. A no dudar de ellos, a ofrecerme como un apoyo incondicional, hacerme el tiempo, el espacio y el esfuerzo por ellos. Porque son mi cable a tierra, mi sustento psicológico, mi 51%.

Me desafío a volver a Campo Bosco, completamente recargado, a buscar un cambio desde adentro, no una revolución, más bien, una inyección vitamínica que le devuelva (aunque sea en parte) la vida a la experiencia que marcó formidablemente mi vida! Quiero entrar y jugármela al 1000%!!!.

Me desafío a encontrar una media naranja... aunque con todo lo que me propongo, quién estará allí? Sé lo que necesito, una mujer madura, con ganas de vivir como yo, con las ganas de recrear tiempos de niño, tiempos de hacer nada, salir, jugar... Que juegue a ser inmadura dentro de su madurez y no al revés (lo que es muy repulsivo para mi). Aunque no es lo que me quita el sueño, la verdad es que no me gusta sentirme solo, sobretodo en días como hoy. Lo resisto sin problemas, pero me gustaría tomar la mano de alguien que me enseñe a ser más hombre y me permita enseñarle a ser más mujer (como dice la canción). Que me permita amar tanto como el corazón soporte hasta estallar.

Me desafío a salir más, a conocer lo que siempre estuvo ahí, lugares a los que nunca entré, sitios que nunca visité. De noche...de día... a ver si por esos lados encuentro algo de la vida que me salté.

Me desafío a no seguir pensando que una mesa es sólo una mesa... y que la palabra "madre" era la palabra "madre" y ahí se acaba todo (gracias Gri). A seguir buscando más allá de lo que los sentidos pueden percibir.

Me desafío a no flaquear...

Me desafío a no perder nunca la fe... a ser siempre agradecido de la vida que tengo, de las personas que tengo, las emociones que tengo, porque Dios está en todo lo que me rodea, y es gracias a El que están.

Me desafío... a seguir desafiándome...

Finalmente?
Confieso que por una disconformidad dentro de mi eterna disconformidad, llego a aventurarme en mis pensamientos buscando una razón de ser a esta vida que no me deja complacer aquellas inquietudes que día a día tratan de superarme. Tal vez la interrogante puede más que todas las respuestas... he aquí mi razón de ser... buscar las interrogantes que me permitan seguir viviendo... y de vez en cuando, plasmarlas en escritos...

Para ustedes…
Si no cumplo con alguno de mis desafíos, avísenme… no dejen que me falle… cuento con ustedes.