6/15/2007

Mediciones...






Ayer estaba en clases de ética... y mientras el profesor intentaba introducir el tema, mencionó algo que, por ser tan cotidiano, no lo podemos identificar. Es ya una costumb

re, que nace de una necesidad imperante del ser humano, esa necesidad que lo inquieta y lo mueve a ordenar cada cosa que lo rodea, así como a lo largo de la historia se ha ordenado hasta la libertad de la persona. Esa necesidad nos ha llevado a medir, medir todo. Aprendimos a medir lo tangible, como las distancias, pesos y espesores; aprendimos a medir lo intangible, como el tiempo. Pero en este afán de ordenar lo que presenciamos día a día, terminamos midiendo los sentimientos. ¿Quién dijo que los sentimientos se podían medir?, ¿quién fue el primer idiota que pregunto “cuánto me quieres”?. Hay acaso una fórmula para saber cuánto nos quiere una persona. La verdad es que desde el momento en que lo reflexiono, lo encuentro ridículo.



Irremediablemente me acordé de mi buena amiga, la televisión; en un comercial de Lucchetti, en la cual sale una madre con un bebe en los brazos y su hijo mayor en la mesa comiendo. Entonces el niño pregunta. -¿tu me quieres?. A lo que la madre, que se anticipa a los celos del hijo le responde. –A los dos los quiero por igual, pero a ti, te quiero de mucho antes. Es que no se le puede explicar a un niño que el cariño no se mide. Y supongo, por conclusión que esa costumbre de pensar “en los actos te demuestro CUÁNTO te quiero”. Nuestros actos para con las personas que nos rodean, acaso se definen por el cariño, estima o amor que tengamos por ellos.



La pregunta siempre estará vigente, porque somos seres inquietos, porque no sabemos conformarnos con una respuesta, todo se cuestiona. Tampoco puedo asegurar que jamás diré “te quiero mucho”... porque somos seres que se acostumbran, y que la sociedad nos moldea, y nosotros no moldeamos a la sociedad.



Y como también soy un ser humano, seguiré cuestionándome cuanta situación pueda cuestionar.

6/04/2007

Como dicen por ahí...

Casa nueva... vida nueva...






Finalmente sucedió... después de cinco años de arduas luchas, altos y bajos, victorias y fracasos... el fruto máximo de nuestro esfuerzo afloró en sólo 12 días de angustia.



Saboreando ahora cada momento, me doy cuenta que realmente era lo que nos hacia falta. Por ejemplo: siempre dije que no me gustaba llevar gente a mi casa por la misma... pero ahora, no terminabamos de entrar las cosas a la casa y no paraban de llegar las visitas!! y eso que nadie tiene idea donde vivimos... familiares y amigos... hasta el Jimy se fue a quedar a la primera noche... y como no podía ser menos, con un ron blanco jajaja... Lo único malo fue que nos quedamos dando jugo hasta las 4 de la mañana! asi que el día domingo supuse que no habría de rendir mucho... sólo que me equivoque, trabajé más que la cresta! pero el resultado fue muy satisfactorio. Los días que se vienen son peores jajaja, pero estamos cada vez mejor.



Y desde ahora en adelante...estan todos invitados mierda!!! jajaja... (lo bueno es que como nadie lee este blog, no van a llegar muchos jajajaja)



Finalmente, le doy las gracias a todos aquellos que de alguna forma estubieron presentes en este importantísimo paso para mi familia... eternamente agradecido, espero también poder retribuirlo...



Que Dios los bendiga...